Comentario
El día 26 de mayo, a las 23,30 horas, dio comienzo la Operación Dinamo con el atraque en Dover del primer contingente de tropas procedentes del continente. Mientras, en Dunkerque, un llamado "perímetro de reunión" agrupaba las reducidas zonas de la costa todavía no ocupadas, defendidas por una red de canales insuficientes para resistir un ataque en gran escala, que no se produjo, reduciéndose las acciones a una serie de confusos choques, que poco a poco desbordaban las líneas aliadas. Esto acabaría obligándoles a efectuar un repliegue definitivo sobre la costa abandonando las zonas más interiores.
Mientras tanto, las tareas de evacuación estaban siendo llevadas a efecto mediante la utilización de embarcaciones de toda clase. El día 27 fueron evacuados 7.669 combatientes; el 28, 17.823; el 29, 47.310; y el 30, 53.823, según una continuada progresión mantenida a pesar de las extremas dificultades imperantes. Este total, integrado por más de ciento veinticinco mil personas, superaba ya ampliamente las expectativas británicas. Los altos jefes militares alemanes habían comprobado para entonces la facilidad que tendrían para cortar este flujo de refugiados, pero la orden de detención de su avance se vendría a unir aquí a la tenaz resistencia de las fuerzas que defendían el territorio para facilitar los embarques. Así, el general Brauchitsch, jefe del Estado Mayor alemán, afirmaría acerca de aquellos momentos que "la bolsa de Dunkerque podría haber sido cerrada en la parte de la costa si nuestras fuerzas armadas no hubieran sido contenidas".
El último día de mayo observaría la evacuación del mayor contingente de hombres hasta entonces trasladado, con un total que se aproximaba a los 68.000.
Ante la inminencia de una ofensiva generalizada de los alemanes, el pánico había cundido entre los elementos dispuestos para el traslado. El día uno de junio, debido al insistente ametrallamiento que sufrían los centros de embarque, las operaciones debieron ser suspendidas. El día dos de ese mes se consideró que el traslado del cuerpo expedicionario debería terminar, dadas las circunstancias ahora dominantes que hacían imposible su continuación. A las 3,30 horas partió el último navío, dando por concluida la Operación Dinamo.
El balance numérico ofrecido por la realización de la Operación Dinamo era muy positivo. Un total de 338.872 combatientes habían sido repatriados, repartidos en la siguiente forma: 215.787 británicos y 123.095 franceses y belgas. Otros 68.111 habían resultado heridos, muertos o hechos prisioneros. El material abandonado en la apresurada huida era considerable: 2.742 cañones, 63.879 vehículos, 20.548 motocicletas de municiones y suministros de variada índole. Con respecto a las embarcaciones utilizadas para la evacuación, de un total que superaba el millar se había perdido aproximadamente una cuarta parte. Trece destructores y un total superior a las 24.000 toneladas de mercantes habían sido hundidos por los alemanes.